Palacio del Marquesado de Villanueva de la Sagra
Historia
Aunque no hay datos sobre su origen, por el estilo, podría ser de la primera mitad del S.XVII, al igual que sucede con la Iglesia.
Fue construido como palacete de caza de los Marqueses de Villanueva de la Sagra, pero posteriormente pasó a convertirse en su residencia habitual.
Su planta es cuadrada y tiene un patio lateral rectangular. Los muros están formados por sillería de granito de la zona. Cuenta con una portada de estilo renacentista: puerta adintelada con dovelas y remate triangular. De esta construcción, destaca su patio, que se encuentra bordeado por una galería con cubierta de madera y columnas toscanas de granito.
Inicialmente contaba con otros dos patios traseros, alrededor de los cuales se disponían de edificios para caballerizas, cocheras, graneros, almacenes y habitaciones del servicio. La gran extensión de los terrenos incluía jardines y huertas.
Felipe IV solía visitar el palacio, así como acudir a cacerías de osos que eran muy comunes en la época.
Tras los herederos de los Marqueses, este emblemático lugar de Chapinería tuvo varios usos. Entre 1920 y 1930, el Arzobispado de Madrid acondicionó el edificio principal como casa de recreo, siendo empleado por el obispo Doctor Prudencio Melo y sus sucesores, como residencia estival.
En la Guerra Civil, fue polvorín de armamento, depósito de municiones que hicieron estallar antes de abandonar el pueblo. Posteriormente, se utilizó como preventorio para niños de padres leprosos del Patronato del Niño Jesús del Remedio. La efigie, figura en el bajorrelieve del tímpano del portal, donde anteriormente se encontraba el escudo señorial.
Con el nuevo uso, se construyeron instalaciones auxiliares como comedores, habitaciones y demás espacios, que cambiaron la configuración del jardín y la huerta.
Desde los años 60 fue entrando en un proceso de deterioro y abandono, hasta llegar a un estado ruinoso.
Usos en la actualidad
En 1990, fue incluido en el catálogo de bienes protegidos del municipio de Chapinería con protección integral y la Comunidad de Madrid inició un proceso de rehabilitación de las cubiertas.
En 1994 fue adquirido por el Ayuntamiento, que llevó a cabo un proceso de restauración hasta 2003. Actualmente, se destina a diferentes dependencias, destacándose la Biblioteca Municipal.